Revisando muchas de las discusiones relacionadas con el rol de internet lo que queda patente es que esto es un tema de
educación y gustos, y cada cual opina en función de su bagaje particular.
No todos hemos entrado en esto del rol a la misma edad, ni de la misma forma, así que es difícil esperar que alguien que entro a través del rol en vivo y solo juega indie este muy de acuerdo con un culoduro de 40k que ha mamado las tablas del rolemaster.
Podemos aprender a respetarnos, claro, pero a veces nos será simplemente imposible comprender la postura del otro porque no lo hemos vivido y nos hemos acostumbrado a todo lo contrario.
Exactamente igual que los gustos culinarios. Si en tu casa los callos van con garbanzos hay que ser un desalmado para hacer unos callos sin garbanzos, verdad?, o simplemente venir de un sitio donde se hacían de otro modo. Es mas... puede que ni siquiera los haya probado, o que sea alérgico a los garbanzos!!
Para cada uno su forma de entender el rol responde a toda una serie de etapas que han moldeado sus gustos y le han conducido a su situación actual.
Por nuestra localización, los grupos con los que nos reuníamos, etc... es decir, en función de las oportunidades que se nos han ido presentando hemos ido brujuleando. Escogiendo las que mas nos convencían, y evitando aquellas que menos nos gustaban, pero siempre dentro de lo que hemos tenido acceso. Si nunca te han ofrecido jugar siquiera un rol en vivo es difícil hacerse una opinión sobre ello mas allá de "eso del rol en vivo es algo muy minoritario". Lo es realmente?, o es que simplemente tu no te has cruzado en su camino?
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Por suerte o por desgracia creo que tiendo a Reasonable-Actor, aunque venir de los juegos de mesa y los grupos con los que he jugado habitualmente me hagan posicionarme como Reasonable-Gamer muchas veces. |
Mi evolución como rolero es, por lo tanto, algo que me ha marcado personalmente, y que dice mucho de mis gustos y mi forma de jugar, pero también es algo que algunos compartirán y a otros les sonará completamente alien.
De forma muy simplificada y empezando por lo que se podría considerar lo mas básico.
Parchís, Imperio Cobra, Heroquest / Cruzada Estelar, D&D caja roja, AD&D 2ª, Vampiro, D&D 3.5, ¿?
Si a esto se le añade un cocktail de
ciencia ficción, literatura fantástica y muchísimos cómics todo cobra algo de sentido.
Soy un
rolero que comenzó interesándose por los juegos de mesa.
Puede parecer una tontería, pero otros entrarían quizás por su afición a los
videojuegos, o al
teatro. Y puede que aquellos que en ese punto inicial tengan mayor interés en deportes u otras actividades mas alejadas del rol quizás nunca lo hayan descubierto.
Mi afición a los temas fantásticos me llevó a juegos algo mas minoritarios, como el
Imperio Cobra, y terminé pasando a juegos mas complejos (dentro de lo que había en aquella época) como podrían ser el
Heroquest o el
Cruzada Estelar, donde descubrimos eso de "
jugar con el malvado", inventarnos nuestras propias campañas, y dimos rienda suelta a nuestra imaginación inventando clases, reglas, enemigos, mapas...
Cuando me enseñaron el
D&D por primera vez está claro que una de las cosas que mas me llamó la atención fueron los
dados raros y el
no tener tablero. Y, para que negarlo?, el hecho de que no hubiera un tablero me echo en principio para atrás. No había figuritas ni nada que estuviera ahí, por no contar con que hablo de la época en la que jugar a rol era hacer un mapa en una hoja cuadriculada y avanzar por pasillos matando bichos y recogiendo tesoros, algo que a la gente de la Vieja Escuela les encantará, pero yo para eso tenía mi Heroquest.
Por suerte comencé a conocer a jugadores que iban un poco mas allá, y descubrí las delicias de no estar constreñido por un tablero.
Comenzamos a jugar nuestras primeras partidas y poco tardamos en pasar a jugar a nuestros propios inventos con reglas inventadas sobre la marcha y sin ningún tipo de coherencia mas allá de que resultara divertido y emocionante. Si teníamos hasta el numero de vidas en la ficha como si fuera una partida de un videojuego!!
Inventábamos nuestros propios juegos y hacia de master de forma regular... aquí ya se ve un patrón, no?
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Como nos hacíamos mayores pasamos al
AD&D. Y es que es inevitable caer en las redes de las reglas extensas y los kilos de manuales. Mas fácil, mas rápido, mas seductor... porque no hay que inventar, está ahí, y al fin y al cabo venimos de juegos mas reglados, de los juegos de mesa.
Sin embargo el
Rolemaster siempre se me atragantó. Quizás porque eran demasiadas reglas para lo que yo quería hacer con el rol.
Normal que cuando saliera
Vampiro y todo el sistema narrativo me tirara de cabeza. Y aunque luego a la hora de la verdad Vampiro era una colección de reglas igual o mayor, se dejaba ver una intención de base. Aunque solo fuera por eso de "sistema narrativo".
De hecho, para evitar a los fanboys de Vampiro que te hacían injugable como master cualquier partida debido a la cantidad de reglas y datos que tenían en su cabeza, utilizaba una versión simplificada del sistema y mi propia ambientación. Porque las tablas de Rolemaster de dejan poco espacio, pero la maldita ambientación de Vampiro llevada a rajatabla no te deja ni respirar
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Cosa que me terminó haciendo regresar a
D&D con la tercera edición, porque al fin y al cabo era otro sistema sencillo (de base) que me permitía olvidarme de las reglas y pensar en la historia y la ambientación, que viene a ser lo que a mi me gusta.
He trasteado con los vivos, y con grupos mas interpretativos, pero tampoco parece ser especialmente lo mio.
Y aquí me encuentro ahora... descubriendo que el mio solo es uno de los muchos caminos que se pueden seguir para llegar al rol y aprendiendo de todos los demás.
Por un lado, el jugar casi siempre con la misma gente me ha permitido disfrutar de unos lujos como Master envidiables, y hacer cosas que de otra forma no podrías hacer con desconocidos.
Y es que conocer a tus jugadores te da muchas herramientas como Master, pero por otro lado si te acostumbras a usar solo esas herramientas pierdes mucho como Master, y es lo que me ocurre a día de hoy, que no se arbitrar realmente si no es a mi grupo. Es decir, que
en realidad no tengo ni idea de hacer de Master y tengo que volver a aprender desde el principio.
Por otro lado, esta especie de fiebre creativa, de edad de plata del rol gracias a internet es un poco abrumadora. Ahora tenemos a nuestro alcance todo el material. El problema de hecho no es tanto obtenerlo como filtrar y decidir que leer. Pero, bueno, que todo el problema sea ese. Gracias a este boom creativo se puede disfrutar desde productos de alta calidad de las editoriales establecidas a pequeñas joyas autoeditadas. Si, vale, también hay mucha morralla, ¿y?.
Puede que algunos lleven (o llevemos) mucho tiempo por aquí.
Pero ni nuestra opinión es sagrada (risas enlatadas), ni nuestro punto de vista es el correcto siempre. Leñes, es que difícilmente puede serlo porque realmente es mas una cuestión de gustos que otra cosa.
Hemos aprendido a que nos guste jugar de una forma, pero eso no hace que el resto de formas de jugar sean incorrectas, solo que no nos gustan.
Así que si, por mucho que me tiren para atrás la Vieja Escuela o el Rolemaster, o el hecho de que los considere mas juegos de mesa que juegos de rol, me alegro de que esten dando caña y se mueva la afición.
Porque al final del dia, seguimos siendo roleros. De D20 o de discurso treatero, de tablas de criticos o de los que prescinden de las tiradas... que mas dará.
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Mejor centrarse en lo que tenemos en común como la Imaginación que buscar cosas que nos diferencian. |
Hora de seguir aprendiendo.