Tengo un coche. Un Peugeot 307SW en concreto. Y me tocó pagar por él, claro.
Lo uso habitualmente. Es mi coche, me gusta, me da un servicio, y no me importa que la gente vea que es Peugeot. No pienso quitarle el logotipo ni reclamarle a Peugeot royalties por la publicidad que les estoy haciendo de forma involuntaria.
También tengo un móvil, y no escondo la marca para que nadie sepa en que me he gastado el dinero. Evidentemente tampoco pido royalties por usarlo en público.
Y escucho música, leo cómics y veo pelis, y no me importa decir con cuales he disfrutado e incluso recomendarselas a mis amigos y conocidos. No veo nada malo en ello.
¿Le estoy haciendo un favor a alguna empresa?, si, seguramente. Igual que otras veces les quitaré ventas con mis comentarios y por suerte no vienen a demandarme por publicidad negativa.
La verdad es que soy un inconsciente que cuando se está divirtiendo ni se le ocurre plantearse quien se puede estar beneficiando de mis acciones. Todo lo contrario, si además de divertirme yo alguien sale beneficiado, ¡enhorabuena!
Lo cual no implica que llegado el momento pueda yo mismo beneficiarme de esas acciones, claro.
Pero con cabeza.
Si quiero que una empresa me pague por la publicidad que les hago, la forma correcta es primero hablar con ellos, llegar a un acuerdo, y luego que cada parte cumpla su parte del trato. No vale que yo haga lo que me de la gana sin que nadie me lo haya pedido, y luego ir a reclamar... porque a quien voy a terminar reclamando va a ser al maestro armero, evidentemente.
Existe otra alternativa, claro. Y es que yo, haciendo algo que me gusta por amor al arte, reciba una comunicación de alguna empresa/editorial, que ha visto lo que hago y les interesaría pagarme por ello (o recompensarme de cualquier otro modo). Es mucho mas raro, claro, pero puede pasar. Llegados a ese punto es cuestión de ver que se ofrece, que se pide, y llegar al acuerdo que corresponda... o no.
Al final resulta que es tan sencillo como saber por qué haces las cosas. ¿Cuales son tus objetivos?
Si haces algo para divertirte... pues diviértete. Si lo haces para dar a conocer tu afición, adelante. Cumplir tu objetivo será la mayor recompensa que puedas obtener.
Y si en el proceso se beneficia alguien, ¿que problema hay?. ¿Acaso la felicidad de los demás impide tu propia felicidad?, ¿el beneficio de otros te causa perjuicio?.
Yo disfruto como un enano creando juegos y haciendo partidas en jornadas. Y lo hago por un motivo completamente egoísta: para divertirme yo. Pero, oye, admito que me alegra el día ver que los jugadores se han divertido o que hay gente probando mis juegos y echándose unas risas. No era mi objetivo principal, pero es un beneficio añadido que agradezco una barbaridad.
Para cobrar por mi tiempo ya tengo mi trabajo.
Mis hobbies están para divertirme. Ese es su objetivo principal. Y, de hecho, es probable que si empezara a cobrar por ellos pasaran de ser un pasatiempo a convertirse en un trabajo...
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