Cada vez que escucho esas palabras referidas a las reglas pienso en algún sistema aséptico, mas o menos complicado, que elimina la labor del Master y la propia naturaleza caótica e imprevisible de los juegos de rol.
Quita el Master, pon reglas objetivas, equilibra las opciones de todos los personajes y... voila! |
Y si es realmente equilibrado... no podemos hablar de personajes generados aleatoriamente; ni de clases, claro, porque no siempre tendrán las mismas opciones; ni de razas; ni trasfondos variables... ¿hablamos de que? de un insípido tablero de parchís o ajedrez donde todo el mundo tiene exactamente las mismas opciones.
¿Exagerado?
Probablemente, pero es que cuando se habla de estas cosas entonces quizás realmente no queramos un sistema tan equilibrado.
El tema de las tiradas aleatorias estuvo de moda durante años, y a todo el mundo le parecía equilibrado y sensato porque todo el mundo tenía las mismas posibilidades. El hecho de que por una mala tirada tuvieras un personaje de mierda a nadie parecía importarle, mas bien al contrario, alguno te decía que eso te planteaba un reto interesante. Curiosamente el reto consistía en jugar en inferioridad de condiciones... es decir, un grupo desequilibrado.
Lo mismo aplica a clases, razas, etc... si los personajes no son exactamente iguales no hay neutralidad posible, pero nadie quiere eso, así que en realidad nadie quiere unas reglas completa y absolutamente neutras.
Pues para solventar disputas, ni mas ni menos. Es por eso que los juegos de mesa prescinden de Master que interprete y tienen reglas claritas, y si hay un torneo pues ponemos un Arbitro en medio. Porque no hay que dejar nada a la imaginación, hay que enfrentarse en un duelo justo, y por eso son tan importantes unas reglas claras y cerradas.
El rol, al entrar en el reino de la imaginación y al no ser competitivo se posiciona en el lado opuesto de lo que podría ser unas reglas objetivas. Entre otras cosas porque las reglas como tales que vienen en el manual no tienen ni siquiera porque ser las reglas que utilice el grupo a la hora de jugar.
Así que menos buscar reglas objetivas y neutralidad y equilibrio y mas preocuparse de divertirse y pasárselo bien.
Y es que ese es el objetivo final de las reglas en los juegos de rol. Ayudar a que el grupo se divierta.
Que si tienen que ser claras, evidentemente, por algo se denominan acuerdo entre los jugadores, pero principalmente para evitar posteriores confusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario