Han Solo, Darth Vader, Cain, el Diablo, Dios, multitud de dioses de los panteones de D&D, dragones de Athas, amebas inteligentes, seres de la 4ª, la 5ª y a saber que enésima dimensión, Superman, el Capitán América, el ultimo humano, el primer humano, el Rey Arturo, Morgana Le Fey, Merlin, Bilbo, Galadriel, Sauron... creo que cualquier rolero con un poco de historia a sus espaldas ha conocido a toda la plétora de personajes famosos que habitan nuestras historias, libros y películas favoritos.
Al fin y al cabo, uno de los motivos por los que jugamos es para hacer realidad nuestras fantasías.
Así que lo verdaderamente interesante y especial serán aquellos PNJs que han aparecido en nuestras historias como creación propia.
Pena que la mayoría de las aventuras que haya jugado los PNJs eran completamente planos o se recurría a los propios de las ambientación. Ya sabéis, queda muy espectacular que te aparezca el Príncipe de París, con todos sus puntos de disciplinas como indica el manual de turno que el Master te puede enseñar todo orgulloso.
Y es una pena, porque unos secundarios memorables hacen por la partida muchísimo mas que un bicho gordo.
Pero unas veces porque son one-shoots y no parece merecer la pena, otras porque ponemos todo el empeño en sacar bosses espectaculares que van a ser carne de PX al final de la partida, y otras simplemente por vaguería perdemos ese punto que podría diferenciar una sesión mas de reventar cabezas de una gran sesión digna de ser recordada.
Darle un pasado al tabernero donde comienzan todas las partidas, y que te cuente de donde saco la cabeza de gorgón que tiene en la pared. Hacer que el guía local sea un chico que perdió a sus padres durante el último ataque. O que el bibliotecario que te proporciona pistas tenga un sospechoso acento seseante.
Todos esos detalles son la salsa del rol y no deberían menospreciarse.
Un buen malo a quien odiar es un malo mucho mas interesante que uno con mas conjuros o puntos de vida.
Y unos buenos aliados a los que querer mantener con vida al final del día hacen que defender el pueblo del ataque de los orcos sea algo mas personal.
Puebla tu partida de buenos PNJs y la partida se moverá sola.
Un poco de trabajo previo, o incluso una poco de improvisación durante la partida, y veras que esta adquiere vida propia.
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