viernes, 5 de junio de 2020

#RolEn30Dias - Día 3

#RolEn30Dias - Día 3
Primer momento en el que el rol te emocionó.

Dejando aparte mi primer encuentro con el rol y esa gran decepción, creo que las primeras veces que me "emocioné" con el rol tienen todas que ver con situaciones peligrosas y tiradas críticas.
Simplemente no veíamos el rol de ese modo. El rol era una tarde de tirar dados y echarnos unas risas. Y era tan emocionante como jugar al Imperio Cobra o a cualquier juego de mesa.
Faltaba mucho para la inmersión, la implicación con el personaje, y todas esas chorradas.

Por recordar un par de situaciones curiosas recuerdo un encuentro con una medusa en la que por azares del destino llevábamos un espejito en el cinturón. Al entrar en su habitación y ver a la medusa tiramos del susodicho para intentar que se petrificara con su propia mirada. Aquello fué una tirada de salvación contra petrificación. Si salia la medusa se convertía en piedra, en caso contrario el PJ pasaría a formar parte de la colección de estatuas de la medusa.


No sería épico si hubiera fallado, claro :)

Otra escena "emocionante" (yo simplemente diría chula) fué uno de nuestros primeros encuentros reales con un dragón.
Ya nos habíamos leído bien el manual y llevábamos unas cuantas partidas a cuestas, pero los dragones eran algo espectacular... quizás porque estaban mas allá del limitado bestiario del que disponíamos ^_^
Así que cuando mi personaje (que no tengo ni idea de que sería... seguramente un elfo) se encontró en mitad de una pila de monedas con un dragón delante tenía claro que de aquella no saldría peleando.
De hecho lo que hice fué intentar hablar con él y adularle (no, no habíamos leído el señor de los anillos, y quedaba mucho para las pelis).
Al master le hizo gracia y recuerdo que me dijo "has escuchado rumores sobre que los dragones son criaturas terriblemente vanidosas" y añadió mientras preparaba un cronómetro "si eres capaz de adularme durante 10 minutos el dragón te dejará escapar"... y puso en marcha el cronómetro.

Ahora que lo pienso, quizás de ahí venga mi cariño hacia los bardos.

Hoy día sería algo muy parecido a:


O quizás:


La verdad es que entonces los dragones no eran tan grandes, ni las escenas tan espectaculares, pero yo recuerdo con gran intensidad aquellos 10 eternos minutos de dorarle la píldora al dragón.

Si, salí con vida de la cámara del dragón

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